Con su estética maximalista y excéntrica, Marcel Walter ha diseñado el hotel Mondrian Doha en Katar. Ubicado en el barrio de West Bay Lagoon, el hotel alberga 270 habitaciones, 8 restaurantes y bares, y un salón de baile de 2.000 metros cuadrados.

Un universo onírico donde cada espacio sorprende y nos sumerge en un ambiente de fantasía, con una clara  influencia de características árabes de Medio Oriente y un derroche de creatividad.

Grandes columnas adornadas con huevos dorados, gigantescas luminarias en forma de campanas, suelos en blanco y negro con intrincados dibujos que recuerdan los patrones árabes tradicionales.

En uno de los salones, unas esculturas blancas de arboles crean un bosque fantástico bajo el que se salpican pequeñas islas creadas mediante la zonificación con alfombras florales foto-realistas e iluminadas por espléndidas lámparas de cristal.

Ambientes teatrales, dramáticos, potentes combinaciones de colores, profusión de dorados, espejos, suelos enriquecidos, terciopelos, cristal ….

Ambientes dispares, desde un salón en blanco y dorado, luminoso, lujoso, con volúmenes descompensados y enormes columnas crean un espacio palaciego o estancias dramáticas en rojo, negro y dorado, con techos ricamente ornamentados y profusión de terciopelos, creando atmósferas teatrales, nocturnas, intimisitas….

 

 

Vemos un atrio dominado por una escalera helicoidal negra que discurre por cuatro pisos, en la que la balaustrada presenta un patrón ricamente adornado con un parte inferior ligeramente curvada a modo de tobogán gigante. Enormes lámparas que iluminan las áreas de descanso o agrupadas en una fiesta de colores contrastando con el resto de salón en blanco y negro.

Los largos corredores, con un intimista color azul, artesanales mosaicos y alfombras impresas en damasco.

Vía: Dezzen

En el pido 27 se ubica la piscina, con una maravillosa cúpula de vidrios de colores con motivos florales que contrasta con un revestimiento de suelos y paredes en binomio blanco y negro. Los jarrones dorados, el puente vegetal y el azul de agua, todo en contraste y todo en armonía. Un país de las maravillas en el que hacer disfrutar los sentidos.

Bienvenidos al «Hotel de las Maravillas».