Me ha cautivado la obra Mary Finlayson, una artista de San Francisco que derrocha color en sus composiciones vitalistas e intrépidas. Su interpretación muy especial de la realidad alterando los colores con su paleta de acrílicos y gouache es única. La capacidad de contar historias a través de su arte tan enigmático subyuga por hipnótico. Sus piezas llenas de optimismo son ideales como punto focal para interiores alegres y luminosos.