En principio el rosa y el verde pueden parecer dos colores poco comunes para una cocina, pero os aseguro que después de ver esta maravilla os entrarán unas ganas tremendas de reformar la vuestra.
Esta dulce cocina es de DeVol, y en la combinación perfecta de sus muchos detalles que han conseguido una cocina en la que apetece cocinar, estar y compartir.
Vamos a ir viendo que la hacen tan especial.
Lo principal son los tonos elegido, el azul verdoso grisáceo de los armarios, con unos precioso cierres de latón, destacan sobre unas paredes pintadas en un suave rosa y un techo que se pintó en tono verde clásico. La combinación con mucha personalidad es perfecta.
Atención a los azulejos metro en color esmeralda hechos a mano en Cotes Mill, sobre un fregadero de cerámica con un grifo de latón envejecido.
En la zona central una isla con encimera de mármol pulido de Carrara,unos taburetes en madera de roble en tono natural con un diseño limpio y unas luminarias colgantes hechas a mano centran el protagonismo.
Detalles como el riel de latón envejecido del que cuelgan preciosas fuentes de ferias de antigüedades y pequeños objetos vintage, una idea perfecta para tener a mano ollas, sartenes y útiles de cocina, así como delantales, hierbas secas,…
La despensa merece una mención especial, este espacio gana utilidad con la instalación de paredes revestidas de baldas y ranuras pintada en un precioso color blanco neutro. De un vistazo se localiza todo y es el lugar perfecto para menaje y conservas.
Una preciosa luminaria de lágrimas de cristal, una pintura al óleo, la vitrina en la que exponer vajilla antigua y piezas especiales llenas de recuerdos, junto a una acogedora chimenea en hierro fundido son el rincón perfecto para este espacio de lujo en la cocina. Un sitio ideal en el que hacer sobremesa con un buen libro.