Este coqueto apartamento ha sabido aunar la simplicidad de sus paredes blancas con unos muy bien elegidos muebles combinados en colores rosa, verde y rojo. El conjunto resulta de lo más estimulante, creando una atmósfera luminosa y elegante.
Los techos altos, los espejos y la mampara amplia el espacio y los cojines, alfombras, libros y cuadros ayudan a crear una ambiente personal y cálido.
La mampara utilizada para la división entre salón y cocina es todo un acierto. Este tipo de elementos divisorios consiguen zonificar y asilar las distintas zonas dejando pasar la luz natural y ampliando visualmente el espacio.
El aire desenfadado por la combinación de sillas de Gubi en distintos tonos y colores, queda contrastada con la riqueza de los materiales que las reviste, el terciopelo y las patas doradas son de lo más chic. Crear este espacio de comedor en la cocina eleva esta a un nivel superior.
Las encimeras en mármol blanco, los muebles lacados en negro y los pequeños detalles decorativos, la dan un estilo muy elegante.
En el dormitorio destaca este paño pintado en negro en contraste con el blanco puro que recubre las paredes de toda la vivienda.
Un suelo de tarima de roble barnizado al agua mate y muebles antiguos dan el toque cálido.
Centra la atención, en el dormitorio principal, un mural en blanco y negro representando una jungla que sustituye al cabecero y un gran espejo dorado ricamente ornamentado sobre aparador de madera. Piza esta con mucho caracter que enriquece la decoración.
Se repiten en el dormitorio la combinación de colores, rosa, verde, … tanto en textiles como en diversos objetos como las preciosas luminarias junto a la cama.